lunes, 12 de noviembre de 2012

De cómo sentí lo que es ser una abuela durante un mes

Mi novio está empeñado en que hagamos otro viaje a la nieve, que vayamos a esquiar, que a él le encanta y a mí no sé, porque no he esquiado en la vida.
Pero ¿sabéis lo que sí intenté hacer una vez? Snowboard. Sí, siempre he querido practicar ese deporte. Yo, yo que soy más torpe que un pingüino.

Pues hace 3 años decidimos que era hora de que cumpliera "mi sueño", así que compramos un forfait, alquilamos unas botas y una tabla de snow cada uno y allá que nos fuimos.

Me acuerdo del momento en el coche en el que yo estaba super emocionada por hacer snow, sin monitor ni nada, porque somos así de pros (qué ilusa).
No paraba de hacer fotos durante el camino porque se veían las montañas llenas de nieve y nieve a los lados de la carretera. No podíamos habernos quedado ahí (yo con eso ya era feliz) no, teníamos que llegar a las pistas.

P decía que él nunca se había comprado el seguro médico y que ésta no iba a ser una excepción. Yo teniendo en cuenta que era la primera vez que practicaba un deporte en la nieve, y siendo consciente de que se trataba de mí, dije que 3 míseros euros no me iban a arruinar (y menos mal que me hice caso esa vez).

Pero no adelantemos acontecimientos...
¿Vosotros sabéis si sois diestros en la tabla o zurdos? porque si no te has subido a una tabla de snow en tu vida es normal que no tuviera ni puñetera idea. Pues bien, el chico de la tienda me dijo "Ponte de espaldas", le hago caso, y me da un pequeño empujón y pongo delante el pie derecho.
La chica le dijo que con eso no era suficiente, que me lo hiciera otra vez, pero el tío decía que sí, que yo era 'Goofy' (vamos que te diriges con el pie izquierdo). Pero claro, cómo iba a saber el pobre hombre que tratándose de mí tendría que haber hecho caso a la mujer (y varias veces además)... El caso es que yo iba convencida de que era 'Goofy' y P era 'Regular'.

Ya en las pistas recién abiertas, lo que significa que acaban de pasar la máquina de nieve y el suelo está más duro que el cemento (es un dato importante en la historia), nos dirijimos a la primera pista verde. VERDE Dios mío (aquí es dónde empiezo a perder mi sentido del ridículo).

Ya empiezo a tener problemas a la hora de subirme a la maldita cinta teletransportadora con la tabla a mitad poner para no meterme el hostión del siglo (que tranquilos, llega en seguida).
Pero supero la prueba de la cinta con éxito, me abrocho bien las botas, me pongo de pie para esperar a P y que me dé las instrucciones de cómo funciona el asunto. Pero noto como sin yo quererlo la tabla empieza a deslizarse rampa abajo, poco a poco voy cogiendo velocidad, intento dirigirila con el pie izquierdo como me habían dicho en la tienda, pero mi pie izquierdo no responde y en cambio el derecho (que es el que llevaba delante) sí, lo que quiere decir que la tabla se gira para colocar el pie derecho detrás y empiezo a bajar la cuesta de culo, ESTUPENDO... cada vez llevo más velocidad, no puedo frenar porque mis pies no responden como deberían y estoy bajando una rampa de culo ¿Qué podría ir peor? 

Empiezo a ponerme muy nerviosa y pienso "o te tiras ya al suelo o te matas", así que intento tirarme al suelo de frente, porque al ser una bajada que estoy bajando de culo la distancia del suelo a mi cabeza si me tiraba así era menor (mi cuerpo va a su puta bola, pero mi cerebro sigue ahí por lo menos), pero la velocidad ganó a mi cuerpo y su estúpida forma de no obedecerme cuando más lo necesito y caí de espaldas.
Gafas por el aire, yo rebotando por la nieve... en fin, podéis imaginar la situación.

Una vez conseguí recuperar la respiración pensé, vale Inma, mueve las piernas... y no podía, Dios ¡¡me había quedado paralítica!! (pensaba), hasta que caí en la cuenta de que no podía mover las piernas gracias a las botas engachadas a la tabla.

Y la historia concluye con la moto de nieve recogiéndome del suelo, con un chico muy majo diciéndome "¿te puedes sentar? eso es buena señal" y un médico avisándome de que estaría un mes con dolores de espalda (la primera semana no me pude mover de la cama ¡gracias sensible coxis!).
En realidad el final prosigue a cuando ya estaba en mi casa, pero eso lo dejo para otro día, que esta historia ya se ha extendido demasiado.

Así que ya sabéis amigos, si alguna vez hacéis snowboard por libre y os dicen que sois Goofy, confirmadlo varias veces para no perder el control y acabar sientiéndote como una abuela durante todo un mes porque cada mínimo movimiento, incluso que te pongan una manta por encima, hace que te duela hasta el alma.

Pero algún día haré esquí, y me romperé una rodilla (o las dos).

martes, 26 de junio de 2012

¿Moraleja?

El otro día un amigo fue a renovarse el DNI, y me acordé de la última vez que fui yo. En verano, 40 grados a la sombra, a las 10 de la mañana. 

Yo sólo esperaba que no me tocara aguantar a la típica abuela de turno que te cuenta sus penas en ese rato de cola, y también esperaba que ese rato de cola no fuera muy largo.
Pues tuve suerte, no me tocó a la típica abuela de turno que te cuenta sus penas, no, me tocó a la típica abuela de turno que te cuenta su vida y la de sus hijos, y no exagero cuando digo que le dio tiempo hasta para contarme el parto de sus dos hijos, así, literalmente, sitio, dolores... creo que desde entonces me da miedo ser madre algún día, o más bien tener que pasar por ese proceso que mi madre lo describe como una muerte. Debo ser rara por no querer algo así por lo visto...

El caso es que sorprendentemente me amenizó la espera, me interesé por su vida e incluso le hacía preguntas, era una mujer muy maja y muy alegre, no de las que no saben hacer otra cosa más que quejarse y quejarse de "esta juventud". Pero llegó su turno, y me quedé esperando a que me tocara sola con mi música y el aire acondicionado.

Llegó mi turno, y ¡sorpresa! resulta que hay que pagar para renovarse el DNI, qué cosas oye, yo soy una pobre ilusa que aún cree en la bondad humana y vivo en mi nube de 'It's free'.
Da la casualidad de que por aquella época era pobre (tanto como ahora) así que con el dinero que llevaba encima no me llegaba para pagar la dichosa renovación, me iba a tocar volver a pata a casa a por el dinero y volver de nuevo a por mi DNI ya hecho pero que la amable chica no me quería dar por unos centimillos de nada que me faltaban (bueno vale, quizá un poco más), y... ¿he comentado ya que aquél día la calle era el infierno?

Siempre he sido muy expresiva, pero en aquél momento debí poner la cara del Gato con botas de Shreck porque de repente el chico que tenía al lado renovando también su DNI me dijo que él me pagaba lo que me faltaba sin problemas, que a él le había pasado lo mismo que a mí y que no quería que yo pasara por lo mismo porque no se lo recomendaba a nadie.
Yo soy una persona que le sabe fatal que le inviten a las cosas y no poder devolver el favor, así que le dije que no, que no se preocupara, pero el chico insistía e insistía y al final acepté (madrugar y las altas temperaturas son mi criptonita). Yo no sabía qué hacer, porque tampoco tenía dinero para devolverle el favor, así que le di las gracias y cada uno se fue por su parte (soy una mala persona), pero fue así como recuperé mi fe en la bondad humana, y en que se puede ser vieja y no una casacarrabias.

El problema está en que escasea gente así en el mundo.

miércoles, 13 de junio de 2012

No gafe, no party.

Tengo un problema con el café, lo reconozco sí, y ese es el primer paso.

Aunque también puede que el café no sea el problema, puede que el problema sea yo porque... ¿quién es tan torpe como para tirarse 3 veces en menos de un mes el café por encima? ¿qué digo por encima? por encima, por debajo, por los apuntes...

Pues yo, ¿quién si no? y ojalá todas hubieran sido en casa, pero tratándose de mí benevolencias pocas.

Y es que no sé como lo hago, yo creo que soy torpe por genética, lo cual me reconforta un poco, ya que mi hermano es igual.
Nosotros no andamos por casa, nosotros vamos de golpe en golpe contra todo lo que nos encontramos, por difícil que sea, en otra cosa no, pero en cuanto a golpes por casa logramos lo imposible.
A estas alturas ya nos hemos acostumbrado, tanto nosotros como la gente que nos rodea, porque nos pasamos el día maldiciendo todo objeto que se cruza en nuestro camino.

Y es curioso que donde más nos ocurre (que no el único sitio) sea en casa, el lugar que más conocemos, pero también es una suerte, porque aunque por evolución he tenido que desarrollar un gran sentido del disimulo (debe ser mi sexto sentido) ante situaciones ridículas, tampoco me gusta ir siempre dando el cante (de hecho es algo que odio pero ya me lo tomo con humor).

Así que sí, lo reconozco, tengo un problema con el café, y otro conmigo misma, que soy un constante autopeligro, menos mal que mi gafe, mi torpeza y yo, hemos aprendido a convivir los unos con los otros.

domingo, 3 de junio de 2012

El método.

Ya ha empezado Junio, y con él llega algo más que este calor insoportable que saca lo 'mejor' de mí, llega esa época también insoportable que, cosas de la vida oye, también saca lo 'mejor' de mí. Igual vosotros lo conocéis como época de exámenes, yo lo conozco como no me toques las narices que ya tengo suficiente con aguantarme a mí.

Realmente este año esa época para mí empezó la semana pasada, pero el método a seguir es el mismo. Os lo dejo aquí por si a alguien le interesa.
En breves me toca ponerme de nuevo a estudiar, así que el videotutorial lo haré en ese momento, no vaya a ser que me cunda el estudio.

Cómo ser una buena estudiante (de última hora) en estos 11 sencillos pasos:

Paso 1: ponte el despertador a la hora que te vaya bien, pero ¡OJO! dato MUY importante... ¡No pases de él!

Paso 2: No alargues el desayuno. No es necesario que desayuno y almuerzo se junten, de hecho no es ni recomendable.

Paso 3: Por Tutatis, ESTUDIA!! (quizás debería ser el paso 1, pero es mi método y lo hago como quiero).

Paso 4: Aprovecha la hora del almuerzo para hacer un descanso.

Paso 5: He dicho hora del almuerzo, no almuerzo, serie, Twitter e Internet en general y entretenimientos varios en particular.

Paso 6: ¿He dicho ya lo de que estudies? ¡¡ESTUDIA!!

Paso 7: por interesante que te pueda parecer el gotelé de la pared te adelanto un dato, por ser tú, no entra para examen.

Paso 8: es la hora de la comida. Te dejo que te recrees un POCO más en este descanso.

Paso 9: nada de siestas, las siestas son el mal, o como se lleva decir en Twitter... ¡las siestas son ETA! (¡Hola @X! ;)), café y a seguir.

Paso 10: merienda, y sigue las reglas de los pasos 4 y 5.

Paso 11: El último repaso del día y c'est fini.


Y así amigos es como se deberían hacer las cosas.
Ahora quitad la parte de estudiar, introducid la de empanarse, empanarse mucho, y tendréis el método con el que me estoy sacando la carrera.

Bueno quizás no tenga muy claros los pasos 1 y 5, y puede que el descanso del 8 se me vaya un poco-demasiado de las manos y bueno el paso... EH! es MI método, y lo aplico cómo quiero.

viernes, 2 de marzo de 2012

Slide Away

Creo que todo el mundo necesita un lugar al que llamar suyo, un sitio al que ir cuando necesita escapar un poco de lo que le rodea.

Yo tengo varios, tengo uno para casos de emergencia, muy cerquita, otro para cuando necesito pensar más tiempo y con bonitas vistas y otro para cuando no quiero escapar sola. A veces me saco otros de la manga para casos improvisados, que también se descubren sitios que no esperabas.

Y todo esto me ha venido porque estaba pensando que siempre quise ir a Australia, quiero ir a muchos sitios, como todo el mundo, pero desde que era pequeña Australia ha estado en mi mente, y me pregunto yo ¿no podía elegir un lugar un poco más cerca? ¿por qué me he tenido que obcecar con la otra punta del planeta? pues bueno Australia, por lejos que estés, y difícil que lo tenga para llegar hasta allí... algún día podré decir que uno de mis sitios lo tengo allí.

Y ya que me paso por aquí tenía que dejar una de las canciones más infravaloradas que existen:


(Hay que verlo en YouTube, que aquí parece que no carga, pero merece la pena)

domingo, 19 de febrero de 2012

Lo que me ha enseñado Bremen...

¡Volvimos!
(hace ya un tiempo xD)

El viaje a Alemania no fue muy bien, tuvimos mucha mala suerte que no me voy a poner a relatar, pero lo que me ha enseñado Bremen es... que las cosas podrían ser peor, es decir, que aunque no sean grandes noticias lo que va trayendo este año hay que ver el aspecto menos negativo, y es ese, las cosas pueden salir mal, pero siempre podrían salir peor, así que a aguantar lo que hay, que dentro de lo malo seguro que hay cosas peores.

Es una especie de visión positiva dentro de una visión negativa.

Aún con todo he vuelto con las pilas un poco más cargadas, así que llevo encima muchas ganas de hacer cosas diferentes, de empezar a prepararme mejor para lo que viene, que viendo como están las cosas seguro que no es poco, pero haremos que merezca la pena.

lunes, 30 de enero de 2012

Febrero, ¿dónde te metes?

Ya prácticamente ha acabado Enero. No es que haya empezado muy bien el año, pero bueno, lo que mal empieza bien acaba, no?

Han acabado los exámenes, ha pasado mi cumpleaños (ya llevo 23 inviernos en este mundo), han llegado algunas notas, pero faltan la mayoría... y lo mejor de todo, por lo que he pasado enero sin tanto agobio como otros años, lo que llevábamos meses esperando que llegara... llega pasado mañana.

¡Nos vamos a Bremen!
Son pocos días, pero soy de ese tipo de personas que necesita escapar de la ciudad, aunque sea un día simplemente, cuando lleva demasiado tiempo en ella, y demasiado siempre es mucho tiempo.
Así que nos vamos a vivir una temperatura mínima de -10ºC y una máxima de -2ºC, pero voy más preparada que nunca en contra del frío, espero que sea suficiente, además el resfriado ya lo llevo puesto.
Me gustaría que estuviera nevado, ya veremos lo que nos encontramos.

Bremen promete, a la vuelta os cuento si es de cumplirlas.

lunes, 16 de enero de 2012

Buscándole un sentido

No sé qué es lo que me pasa... pero estoy hartándome de que me pase.

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