domingo, 20 de febrero de 2011

De cómo resfriarse pero ser feliz

Mi amigo dice que contándole esta historia he perdido todo el glamour... y yo me pregunto ¿cuándo he tenido yo glamour? Si yo sin mis historias no soy nada...

Vete un domingo a pasar el día a Cuenca, sube hasta la “Ciudad encantada”, emociónate porque hay nieve, coge un poco de nieve, haz una bola y tírasela a tu amiga, da igual que se queje porque lleva la cámara en mano.

Haz fotos a piedras en las que un fumao sacó que dos pedruscos enormes eran iguales a los "amantes de Teruel", otros eran claramente un cocodrilo y un elefante enzarzados en una pelea, un suelo de rocas no es suelo, es mar... las piedras dan para mucho así que no sigo.

Anda por la nieve, patina por la nieve, haz el intento de caída sobre la nieve, húndete, mójate... pero sobretodo, sobretodo... lleva unos botines rotos por el talón a la nieve... ahí está el truco para querer que te amputen los dedos del pie por no decir el pie entero.

Pero pese a todo disfruta de la nieve, pese a ese chof chof que hacen tus pies debido a la laguna que se ha formado dentro de tu botín, que ya llegarás luego al coche, te descalzarás, pondrá tu amiga el aire caliente al máximo mientras tú pones tus calcetines empapados encima de donde sale el aire para que se sequen (por supuesto con sus correspondientes vuelta y vuelta para que el calor llegue a todo el calcetín) y poder seguir así con ese día turístico que simplemente acaba de empezar con tus pies empapados para todo el día.

Bueno he exagerado con la última frase, que sepáis que el aire caliente ha hecho su función y he ido con los pies húmedos todo el día, pero no empapados, con eso ya era feliz.




Ah! y de regalito la fabulosa panorámica de un tío con el culo en pompa a la vera del río Júcar con los pantalones bajados echando un zurullo (que fisna soy cuando quiero). 
El caganer del belén ¿lo visionáis? pues más o menos pero con el culo enfocando al agua y levantado por si salpica.



14 comentarios:

  1. jajajja... al menos has estado jugando con la nieve, aunque casi mueres de congelamiento!!

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  2. madre mia, menuda panorámica!!! pero seguro q os habeis reido un montón... jejeje

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  3. pues que buena memoria te llevas con el hombre ese! jaja

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  4. Es que los momentos memorables también vienen acompañados, salpicados de estas mundanas, cotidianas e incluso vulgares vivencias. Pero todo formará parte del recuerdo de ese día

    Saludos

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  5. jajajaja así vale la pena llevarse un resfriado a casa! muaaa

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  6. Mejor que te hagas una imagen mental xD

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  7. La verdad es que de momento los pececillos están bien, os dijeron que si les cambiabamos el agua cada 3 dias no habría ningún problema, aunque alomejor más tarde les compramos una con filtro y tal ;)

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  8. Jajajajajajajaja debes haber pasado un día de risas increíble, yo con tu forma de contarlo, ya me divierto :)

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  9. Hola! me ha encantado tu blog, me gusta como escribís, me gusta el color; la entrada anterior sobre eufemismos y exageraciones me hizo reír mucho; me gustan los temas que tratas...voy a seguir tus bipolaridades!

    un saludo desde lejos!

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  10. Bonitas vistas, podrías haberle dicho... o mejor no...

    Ha sido un día bien disfrutado al menos, ¿no?
    Pues eso. Además a estas alturas ya no estás resfriada, todo perfecto!

    Una sonrisa.

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  11. No tengo mucha experiencia en estos asuntos pero me da la impresión de que si dejamos que la madre tierra llame a su seno al zurullo por medio de la fuerza de la gravedad y éste se encuentra a más altura... salpicará más, ¿no?

    Saludos.

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  12. Jajajaja no lo había pensado, puede ser, pero también al estar a más altura cabe la posibilidad de que las gotas de agua no lleguen a su culo.
    ¿Algún voluntario/a se ofrece a demostrarlo? x)

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  13. ¡Qué bueno lo de los calcetines vuelta y vuelta! Otro truco para emergencias, es usar una enciclopedia como plancha. Funciona, te lo aseguro.
    Te agradezco que te ahorrases la foto del tío cagando.
    Nunca he ido a Cuenca. Es uno de esos sitos que no me llaman la atención, pero tendré que visitarlo alguna vez.

    ¡Besop!

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