Hubo una época en la que hablábamos a diario y hacíamos planes de viajes que luego cumplíamos, una época en la que nos veíamos todos los fines de semana con planes improvisados, quedábamos en la estación y cogíamos el primer tren que salía hacia un sitio cercano (ya que eran los más baratos), hubo una época...
Echo de menos esa época, en realidad te echo de menos en general, porque ya nada es como era... ¿Crecemos? puede que sea eso, pero también puede que no. Siento que nos estamos distanciando (y no será por la cantidad de trenes que cogimos).
Realmente siento que me estoy distanciando de todo el mundo cada día más, y cuando me doy cuenta intento que las cosas se parezcan a como eran antes (porque sé que no van a volver a ser igual)...
Pero cuando parece que sólo tú quieres volver a ese punto acabas cansándote y dándote cuenta de porque las cosas han cambiado, a veces te conformas con lo que hay y otras veces simplemente pasas de todo o más bien quieres que todo esto te dé lo mismo, pero no es tan sencillo.
¿No odiáis a veces la nostalgia que traen los domingos y diciembre?
si, yo también odio esa nostalgia, de domingos en general. Supongo que no se puede volver atrás por mucho que quisieramos, como dices, si las cosas cambian será por alguna razón.. aunque no nos guste.
ResponderEliminarEs que todos pasamos diversas fases, cambiamos, aunque no nos demos cuenta, y los gustos, costumbres, inquietudes y demás se transforman, a veces hay que saber adaptarse a ello, aunque otras veces dedemos luchar por ser como queremos, es complicado convivir con ello, y a veces la nostalgia no ayuda demasiado.
ResponderEliminarSaludos
El cambio es inevitable. Los domingos de diciembre nostálgicos también. Un beso!
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